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MODELO DE COMENTARIO DE TEXTO POR NIVELES
Desarrollado y explicado, paso a paso, en unas 50 páginas
Se parte de un sencillo poema para ir exponiendo los diferentes aspectos que pueden comentarse en un modelo elemental de comentario de textos literarios orientado a Bachillerato, que, tras las fases de comprensión, localización y análisis del contenido y de la estructura, acometería el análisis de la obra por niveles, en el sentido que proponemos: nivel fónico, nivel sintáctico, nivel léxico-semántico, nivel de análisis textual y nivel pragmático.
EN NOMBRE DE MUCHOS
del libro Pido la paz y la palabra (1955)
BLAS DE OTERO (1916-1979)
Para el hombre hambreante y sepultado
en sed -salobre son de sombra fría-,
en nombre de la fe que he conquistado:
alegría.
5- Para el mundo inundado
de sangre, engangrenado a sangre fría,
en nombre de la paz que he voceado:
alegría.
Para ti, patria, árbol arrastrado
10- sobre los ríos, ardua España mía,
en nombre de la luz que ha, alboreado:
alegría.
0.-LECTURA PREVIA COMPRENSIVA [Primera lectura del poema
y cuestiones de vocabulario: este paso no se escribe]
Salobre: Con sabor a sal; dícese especialmente de las aguas que tienen cierta salinidad, generalmente, sin embargo menor que la del mar.
Vocear: Dar voces a gritos | Pregonar algo | Publicar o difundir algo que debía callare.
Arduo: Muy difícil; especialmente, difícil de conseguir o llevar a término.
I.- LOCALIZACIÓN.
Blas de Otero, fue un poeta vasco nacido en 1916 en Bilbao y muerto en1979.
Se trata de uno de los poetas más representativos de la poesía castellana de posguerra.
Siempre quiso mantenerse al margen de los grupos literarios que fueron surgiendo en la posguerra, pero su obra no sólo presenta numerosos puntos de contacto con la temática de las distintas etapas de la poesía de posguerra -poesía existencialista, poesía social, búsqueda de nuevas formas- sino que representa uno de sus más logrados exponentes.
En sus primeros libros (Ángel fieramente humano, (1950) y Redoble de conciencia (1951), predominan como temas la angustia vital y una religiosidad dramáticamente expresada. Está en la línea de lo que Dámaso Alonso llamó entonces (hoy quizá esta división nos parezca no del todo justificada) movimiento de “poesía desarraigada”, autores (el propio Dámaso Alonso, Bias de Otero, Gabriel Celaya, Carlos Bousoño etc) que ven “el mundo como un caos y una angustia”, en palabras de Alonso.
Se trata de una poesía que muestra la conflictividad del mundo, los problemas que vive el hombre (frente al movimiento paralelo y opuesto de poesía “arraigada”). La religiosidad también está muy presente en los poetas “desarraigados”, pero aparece en ellos como desesperanza o duda o, en otras ocasiones, se convierte en desgarradas invocaciones e imprecaciones a Dios sobre el problema de la existencia del mal, sobre el misterio del dolor humano. Es un tipo de poesía, en suma, en buena medida conectada con el existencialismo.
Pero a partir de 1955, con el libro Pido la paz y la palabra -al cual, por cierto, pertenece este poema-, deja a un lado los problemas personales, ese enfoque preferentemente existencialista, y, dirigiéndose, como él dice, “a la inmensa mayoría” se enfrenta a los problemas de “todos”. Su voz se alza para expresar el anhelo común de paz y de justicia (situación de España: dictadura, subdesarrollo, etc;).
Precisamente, este libro de Blas de Otero, junto con Cánticos íberos de Gabriel Celaya, publicado el mismo año, se considera el punto de arranque o de consolidación de la corriente de “poesía social”, nombre con el que fue conocida. Los poetas dejan de concentrarse en el tema de la angustia existencial vista desde la perspectiva del individuo, y se preocupa ahora de los problemas humanos dentro del contexto social en que vive el hombre.
Juzgan estos poetas que la poesía debe tomar partido ante los problemas del mundo que le rodea, debe pronunciarse. El poeta debe hacerse solidario con los demás hombres y abandonar la torre de marfil (esteticismo) o el laberinto interior (poesía intimista). Confiaban en la poesía como un instrumento capaz, como otros, de transformar el mundo. Celaya llegó a decir que la poesía “es un arma cargada de futuro”. El llamado “tema de España”, (recordemos la España de la época), es el gran protagonista.
Durante muchos años, Europa fue el nombre de la tierra prometisa para la mayoría de los disconformes con el régimen franquista. Envidiábamos sin duda las ventajas técnicas de los alemanes, la elegancia de los franceses o la seguridad social de los escandinavos, pero cuando pegábamos la nariz al cristral para contemplar el escaplarate europeo, la golosina que atraía por encima de todas nuestra codicia era otra. Esa golosina se llamaba libertad.
No me refiero al tipo de libertad sublime, acompañada plena justicia y fraternidad, que aún no se ha realizado en parte alguna ni parece príóxima a cumplirse. Sino más bien la libertad de expresar nuestras ideas políticas y de asociarnos con otros para llevarlas a cabo, la libertad de elegir a quienes gobiernan y revoooooocarles en sus cargos, la libertad de practicar la religión de nuestra elección o ninguna en absoluto, la libertad de leer en los periódicos o escuchar en radios o en televisiones críticas justificadas o injustificadad de los poderosos, la libertad de practicar libremente nuestra sexualidad sin represalias por ello, la libertad de viajar, de crear empresas, de cambiar de ideas o de trabajo. Pero también libertades insólitas en gran parte del mundo, libertades que nadie cuerdo quisiera no tener, libertades mayoritariamente inventadas en Europa…y tantas veces traicionadas por los propios europeos.
Estas libertades son ante todo individuales y refuerzan el derecho de la persona a no sere dirigida y triturada poer la comunidad política a la que pertenece, así como también el de no ser abonada despiadamente por ella en la dificultas o en la desgracia. Si Europa debe ser algo, habrá de ser ese ámbito humanista donde cada persona cuente por sí misma y no por su pertenencia a tal o cual grupo social. Por esa Europa de las libertades merece, pese a todo, seguir luchando.