Tabla de contenidos
CURSO DE RETÓRICA (2ª parte)
Lección 2:
Los recursos sintácticos: asíndeton, polisíndeton y enumeración.
3.- POLISÍNDETON (los polisíndetos).
Sobreabundancia de nexos.
El caso más frecuente es el de las conjunciones copulativas (especialmente la “Y”). De hecho, algunos tratadistas excluyen cualesquiera otras. También se llama CONJUNCIÓN.
Ejemplos:
“Garfios y uñas y garras y zarpas”
“..cuando de vos se viere desterrado,
-¡ay?-¿qué le quedará sino recelo,
y noche, y amargor, y llanto, y muerte?..” (F.LUIS DE LEÓN)
“…Buscando mis amores
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras…” (S.JUAN DE LA CRUZ)
El polisíndeton produce, en palabras de Dámaso Alonso1, una detención meditativa. Sensación de que los elementos van apareciendo aisladamente, uno después de otro, en la imaginación con cadencia, con un ritmo más pausado. Las conjunciones van sumando uno a uno los elementos de la serie (frecuentemente, una enumeración). Demora la acción, produce sensación de lentitud y, quizá, de gravedad y solemnidad. A todo ello y a cierta capacidad enfática contribuye el carácter anafórico de la conjunción.
4.- ASÍNDETON (los asíndetos).
Supresión de nexos. En castellano lo normal es unir los dos últimos elementos de una serie mediante una conjunción, y el resto de miembros, mediante comas. Sin embargo, el sentido común nos dice que no podemos considerar normal una serie de 254 miembros por más que se ajuste a esa regla. Podemos decir aquello de: “más de tres es asíndeton”. También se llama DISYUNCIÓN.
“Garfios, uñas, garras y zarpas”
“…A las aves ligeras,
leones, ciervos, gamos saltadores,
montes valles, riberas,
aguas, aires, ardores,
y miedos de las noches veladoras:…” (S.JUAN DE LA CRUZ)
El efecto es de una mayor rapidez. El polisíndeton nos produce una impresión de sucesión; con el asíndeton, de amontonamiento. El ritmo se precipita. Pasamos de un elemento a otro empujados por la tensión de llegar al final que cierre el conjunto. En el polisíndeton, cada miembro se constituye en una subunidad con personalidad propia que exige ser considerada por separado antes de integrarse en el conjunto; en el asíndeton, tiene más peso la totalidad, el grupo.
Algunos asíndetos se dan sin ninguna conjunción. Si la serie concluye con puntos sucesivos el efecto básico del recurso no se altera. Puede que se agudice la tensión, el dramatismo, por ese carácter inconcluso.
Caso aparte es cuando cierra la serie un punto. Se trata de un procedimiento raro de encontrar antes del siglo XX. Se diría que, curiosamente, el efecto de este asíndeton es totalmente opuesto al habitual. Predomina la rotundidad. Cada componente del conjunto se ve especialmente subrayado.
Es preciso señalar finalmente que polisíndeton y asíndeton a veces comparten efectos comunes: tropel, caos, dramatismo, violencia. Dentro de este campo de actuación común, el polisíndeton tiende a ser más patético porque aísla, individualiza mejor sus elementos y también por la repetición rítmica de la conjunción que por sí sola origina cierta tensión dramática.
5.- ENUMERACIÓN
Acabamos señalar que polisíndeton y asíndeton tienen cierto campo de actuación común. Ello se debe a que, en el fondo, quizá quepa ver ambos fenómenos como secundarios respecto a otro primario que sería la enumeración. Serían dos modos distintos de presentar o matizar una enumeración, pero el efecto principal del conjunto acaso venga determinado más por la enumeración en sí (número de componentes, extensión, ordenación, relación lógica entre ellos…) que por el modo de unir sus elementos.
La enumeración puede ser definida como la presentación de manera sucesiva de las partes equipolentes integrantes de un todo. Es una definición terrible, ya lo sé, pero precisa. Lo de “equipolentes” viene a cuento porque las partes deben ser equivalentes, del mismo rango o importancia, de naturaleza semejante. Desde el punto de vista sintáctico esto será así casi siempre. Los integrantes de la enumeración tendrán idéntica naturaleza sintáctica. Será raro que una enumeración la formen “verbo + pronombre + conjunción + adverbio”, por ejemplo. Desde el punto de vista semántico, nos encontraremos más a menudo con excepciones (enumeración caótica).
En cuanto al valor estilístico de la enumeración, téngase en cuenta lo dicho respecto a polisíndeton y asíndeton. En líneas generales, dependerá de la naturaleza de la enumeración (número de componentes, extensión, etc: lo que apuntábamos más arriba).
5.1.- Enumeración ordenada. El supuesto clásico. El caso más normal (peras, manzanas, limones) que podríamos bautizar como enumeración lineal es aquel en el que todos los elementos están en todos los sentidos a la misma altura.
Si se advierte jerarquización; es decir, una ordenación -en algún sentido- de más a menos o viceversa de los elementos, se habla de enumeración ascendente o descendente, según la progresi??n semántica que se dé de unos elementos a otros. Un caso sencillo: uvas, peras, sandías.
La enumeración ascendente también es llamada gradación y la descendente, aunque este término se usa menos, degradación.
5.2.- Enumeración caótica. Su uso es característico de la literatura contemporánea. Su nombre lo dice todo. Al reunirse elementos provenientes de campos de la realidad alejados entre sí, suele tener gran valor expresivo: metafórico, humorístico, dramático; creación de violencia…
En este hermoso poema de uno de los representantes de la Generación del 27 podemos ver un gran ejemplo:
SE QUERÍAN
Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.
Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.
Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.
Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.
Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando…
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.
Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.
Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.
Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.
Vicente Aleixandre (1898–1984)
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me gusto y me ayudo muchoo.. ahi tienes una de polisindeton: “y sufre tanto y ofrece tentaciones,y son tan duras sus lagrimas”…..
xd oajals q lo ayuden 😀
Cada autor atribuye un valor expresivo distinto al polisíndeton y al asíndeton. Para algunos el políndeton es más bien una sucesión rápida, acumulativa, abierta, que sugiere que la enumeración podría continuar y al asíndeton es una enumeración más cerrada, en que cada elemento está aislado.
Juegan ROBLOX?