Quiasmo, paralelismo y correlación

CURSO DE RETÓRICA (2ª parte)


Lección 3
Los recursos sintácticos: quiasmo, paralelismo y correlación.


6.- QUIASMO.

Se da cuando aparecen dos estructuras sintácticas simétricas.

“Juan oye, oye Juan”; (A-B/B-A)

“Cuando pitos, flautas/ cuando flautas, pitos”
“blanco cisne, ruiseñores ágiles”

Produce una sensación de vaivén, de contrabalanceo rítmico. Normalmente -si no actúan otros recursos en sentido contrario- ralentiza el ritmo. Si los términos de ambos componentes de oponen ,subraya el contraste, la divergencia. Es éste uno de sus usos más frecuentes.

7.-PARALELISMO.

Repetición de estructuras sintácticas.
” No perdono a la muerte enamorada
ADV+ V + r+DET+ SN(N+ ADJ)
No perdono a la vida desatenta…”

(MIGUEL HERNÁNDEZ, 1910-1942)

7.1.- Paralelismo léxico.- Cuando además de repetirse estructuras sintácticas, se repiten total mente o en gran medida las mismas palabras:
Hierba de verde prado,
Hierba de verde ramo.

7.1.1.-Estribillo.- En algunos poemas -por ejemplo, en cierto tipo de poesía tradicional- un grupo pequeño de versos (normalmente de 2 a 4) se repite al final de cada estrofa o de cada grupo de versos.
Cabe verlo como un caso particular de paralelismo léxico completo.
7.2.- Paralelismo semántico.- Cuando las estructuras sintácticas significan esencialmente lo mismo.
A veces se habla de paralelismo semántico en casos en que existe identidad semántica entre los términos aunque no exista identidad sintáctica.

Parece, sin embargo más razonable, hablar en tal supuesto de sinonimia y exigir, para que se dé cualquier tipo de paralelismo, una base sintáctica.

Los niños que jugaban a las bolas;
los tiernos infantes que jugaban a las canicas
El paralelismo tiene el efecto intensificador de cualquier repetición. Crea un ritmo muy marcado, apto para el énfasis. Normalmente de trata, sin embargo, de un ritmo remansado. Torna el pasaje equilibrado, grave, patético…, según los casos.

8.- CORRELACIÓN.

Es un recurso en gran parte léxico semántico. Lo incluimos aquí porque también cuenta con un componente sintáctico y porque conviene tener presentes sus relaciones con el paralelismo.
Es una clase de reiteración conceptual. Dos o más construcciones sintácticas (cuya naturaleza sintáctica puede ser similar pero no forzosamente lo es) que están asociadas por la relación semántica existente entre uno(?) o más de sus elementos. Un elemento de una construcción encuentra un “eco”, un correlato en un elemento de la(s) otra(s) construcción(es). Pude darse el caso de que se repita exactamente.
El vínculo existente entre dos o más miembros de dos o más construcciones, es la correspondencia, la correlación, y cada uno de los integrantes, un correlato.
El paralelismo presenta dos o más conjuntos que tienen en común el mismo orden sintáctico..
La correlación presenta dos o más conjuntos que tienen en común la relación conceptual que se da, uno a uno, entre algunos de sus miembros. De manera secundaria, puede existir, además, similitud o igualdad (paralelismo, en tal caso) en la ordenación sintáctica de cada conjunto.
El esquema del paralelismo sería: A1-B1-C1…-N1
A2-B2-C2…-N2,
donde “ABC…N” son FUNCIONES SINTACTICAS. (A:sujeto; B:verbo;etc.
El esquema de la correlación sería: A1-A2…-An
B1-B2…-Bn
………..
Z1-Z2…-Zn,
donde “AB…Z” son los correlatos de la misma correlación (los elementos que dentro de cada conjunto están relacionados semánticamente) y “12…N” representan N correlaciones en el caso de que se dé más de una a la vez en el mismo texto. Veamos un sencillo ejemplo de García Lorca:

“…Me estoy poniendo de color negro carne y ropa.
¡Ay mis camisas de hilo!. ¡Ay mis muslos de amapola…!”

Primer v.: A1=CARNE — A2=ROPA
Segundo : B1=MIS MUSLOS DE AMAPOLA — B2=MIS CAMISAS DE HILO.

Observa atentamente el esquema y fíjate en que el orden conceptual que establecemos en él es distinto el orden en el que aparecen los elementos en el texto. Como se ve, en este caso son dos los conjuntos o construcciones sintácticas (carne y ropa, de un lado, y de otro, el segundo verso) y su estructura sintáctica es muy distinta.
En el caso de este recurso, más que en ningún otro, conviene aclararse las ideas con la práctica, de modo que allá va una batería de ejemplos:

SE QUERÍAN

Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.

Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.

Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.

Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando…
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.

Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

Vicente Aleixandre (1898–1984)

RETORNO FUGAZ

¿Cómo era, Dios mío, cómo era?
-¡Oh corazón falaz, mente indecisa!-
¿Era como el pasaje de la brisa?
¿Como la huida de la primavera?

Tan leve, tan voluble, tan ligera
cual estival vilano… ¡Sí! Imprecisa
como sonrisa que se pierde en risa…
¡Vana en el aire, igual que una bandera!

¡Bandera, sonreír, vilano, alada
primavera de junio, brisa pura…!
¡Qué loco fue tu carnaval, qué triste!

Todo tu cambiar trocóse en nada
-¡memoria, ciega abeja de amargura!-
¡No sé cómo eras, yo que sé qué fuiste!

Juan Ramón Jiménez 1881-1958)

SONETO

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Mientras a cada labio, por cogello,
Siguen más ojos que al clavel temprano,
Y mientras triunfa con desdén lozano
Del luciente cristal tu gentil cuello,

Goza cuello, cabello, labio y frente,
Antes que lo que fue en tu edad dorada
Oro, lilio, clavel, cristal luciente,

No sólo en plata o vïola troncada
Se vuelva, más tú y ello juntamente
En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

Góngora (s.XVII)

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