Rima en eco, paronomasia y similicadencia

CURSO DE RETÓRICA

 

Lección 5: Los recursos fónicos: rima en eco, similicadencia, paronomasia y fenómenos de la versificación

 

9.-ECO (rima en…).

La rima en eco consiste en la coincidencia en los sonidos finales de palabras próximas o consecutivas en el interior de los versos.
Aunque, en teoría, es posible la rima en eco tanto asonante como consonante, lo más frecuente es que sea asonante (la consonante tiende a ser cacofónica: suena mal).

La rima en eco no se señala con letras (A,B,C, etc;).

Queda claro que dejamos a un lado la rima propiamente dicha que se da exclusivamente entre las palabras finales de los versos.

Pero de la rima en eco también pueden formar parte alguna de esas palabras finales si están en combinación con palabras del interior de los versos.

Observemos cómo distribuye algunas rimas en eco asonantadas Garcilaso en el siguiente poema:

Soneto XXIII

En tanto que de rosa y azucena

se muestra la color en vuestro gesto,

y que vuestro mirar ardiente, honesto,

enciende al corazón y lo refrena;

-Rima en eco e-o: gesto y honesto riman con  los dos vuestro del interior de los versos 2 y 3.
– Rima en eco e-aazucena rima con  muestra que está en el interior del verso 2.

Observa tú cómo sigue Garcilaso trabajando las rimas en eco en este poema:

y en tanto que el cabello, que en la vena

del oro se escogió, con vuelo presto,

por el hermoso cuello blanco, enhiesto,

el viento mueve, esparce y desordena:

 

coged de vuestra alegre primavera

el dulce fruto, antes que el tiempo airado

cubra de nieve la hermosa cumbre;

 

marchitará la rosa el viento helado.

Todo lo mudará la edad ligera

por no hacer mudanza en su costumbre.

Garcilaso de la Vega (1501-1536)

10.-SIMILICADENCIA ( HOMOIOTELEUTON).

Guardan cierta embarazosa relación con la rima en eco. Se trata de fenómenos cuya delimitación se ve complicada por la confusión y disparidad de las definiciones que hacen los distintos tratadistas. Para unos, la similicadencia es un recurso sólo gramatical: consistiría en la coincidencia al final de varias cláusulas sintácticas de palabras en el mismo accidente gramatical, o en la repetición de varias de estas palabras seguidas:
“Tiene muchos negocios que tratar, muchos libros que leer, muchas cartas que escribir” (BARTOLOMÉ JINÉNEZ PATON, s.XVII)
Cuando además esas palabras riman, se produce, según esta interpretación, homoioteleuton.
En esta interpretación, sólo el homoioteleuton sería un recurso fónico. Otros autores hacen otras distinciones. Nosotros vamos a considerar, puesto que es el nombre más extendido y para simplificar, que en todos los supuestos estamos ante SIMILICADENCIA:
—-10.A) Similicadencia gramatical.- Cuando las palabras están en el mismo accidente gramatical pero no riman.
—-10.B Similicadencia plena, o por antonomasia, cuando se repitan los sonidos finales de palabras próximas o consecutivas que estén además en el mismo accidente gramatical.
(PALABRAS PRÓXIMAS):
“…Ya besando unas manos cristalinas,
ya anudándose a un blanco y liso cuello,
ya esparciéndose por aquel cabello…” (GÓNGORA)
(ÍDEM CONSECUTIVAS):
“Ruega generoso, piadoso, orgulloso”  (RUBÉN DARIO)

10.1.-SIMILICADENCIA Y RIMA EN ECO .- De acuerdo con las definiciones que hemos dado, la similicadencia plena, es un caso de rima en eco. Este último concepto es más general e incluye también aquellos otros casos en los que, sin aparecer en el mismo accidente gramatical, varias palabras próximas o consecutivas tienen idénticos sonidos finales.

Así hay rima en eco en este verso:
“…Mucho a la majestad sagrada agrada…”

(F. LUIS DE LEÓN, siglo XVI))

11.-PARONOMASIA.

Consiste en colocar próximos dos vocablos parónimos (fonéticamente similares) pero cuyos significados son distintos e incluso muy alejados. Es uno de los más típicos juegos de palabras y como tal suele catalogarse.

“Los muros y los moros prevenidos”
“Hace remos sus pies, sus velos, velas” (LOPE DE VEGA)

12.-FENÓMENOS DE LA VERSIFICACIÓN.

Hemos de tener presente que todos los fenómenos de la versificación son también, en puridad, recursos fónicos. Nos remitimos, por tanto, a lo que hemos visto sobre rima, ritmo y metro (sinéresis, sinalefa…).
Podemos dar algunas indicaciones de carácter muy general sobre los efectos que se suelen conseguir con ellos. Puesto que el empleo de tales elementos forma parte intrínseca de la técnica de composición del verso, no siempre serán significativos; no siempre, en consecuencia, podremos atribuirles una función que trascienda su mera participación en la construcción del poema.
Podemos decir que los versos de arte menor tienden a una mayor vivacidad, a un ritmo más rápido; a veces violento, tenso, dramático; a veces animado, alegre, nervioso… Son muchas las posibilidades y aquí, como decimos, sólo nos atrevemos a dar unas orientaciones de carácter general.
Los versos de arte mayor presentan, en general, una ritmo más pausado, solemne, grave; en ocasiones transmiten elegancia y armonía, majestuosidad.
La alternancia entre versos de uno y otro tipo provoca animados o violentos contrastes que pueden dar lugar a pasajes especialmente tensos y dramáticos. En otras ocasiones, cuando la sintonía entre ambos tipos está especialmente lograda, se consigue un efecto de extraordinaria armonía y serenidad.
Por lo que se refiere al ritmo de intensidad, el paralelismo acentual lleva, lógicamente, a una mayor armonía que a veces se traduce en serenidad y otras, en tensión contenida, en intensificación de las pasiones expresadas. Las palabras sobre las que recaen los acentos rítmicos quedan, evidentemente, resaltadas.
(Para el ritmo de tono, véase lo que decimos del encabalgamiento).

CONSIDERACIÓN FINAL.

Los retóricos han venido tratando de clasificar los recursos de tipo fónico con un grado -mayor o menor- de meticulosidad siempre excesivo. Se trata de recursos, como se habrá podido observar, que se apoyan ante todo en la repetición. Los distintos recursos dan nombre a diferentes tipos de repetición. Lógicamente, las combinaciones repetitivas son infinitas.
Para no hacer infinita nuestra lista de recursos, cuando nos encontremos ante un fenómeno de repetición fónica que no acabe de responder a ninguna de nuestras definiciones, podemos optar por recurrir a nombre sencillos como “duplicación”, “reiteración” o algún otro acompañados de la descripción exacta del fenómeno repetitivo.
No hemos de olvidar que lo importante no es “encontrar muchos recursos” sino explicar el texto. Lo que debe preocuparnos es que aquello que señalemos sea realmente significativo. Es decir, que contribuya a la interrelación fondo/forma, que se acomode. que guarde relación con el tema). Difícilmente nos interesará, por tanto, la repetición v.gr; de una palabra en el verso 12 y en el 1234 de un poema.

 

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