Tipos de aliteración: color vocálico y onomatopeya

Tipos de aliteración y la onomatopeya

CURSO DE RETÓRICA.
Los recursos fónicos.
Lección 2:
 La aliteración (2ª parte), el color vocálico y la onomatopeya.

Color o armonía vocálica.

Cuando la aliteración la forman vocales, suele denominarse color vocálico o armonía vocálica.
Está presente en este ejemplo de Miguel Hernández donde se combina la repetición de consonantes (L y S) con la de la vocal A:

A las aladas almas del almendro de nata

1.C.-Diferentes casos de aliteración.

A menudo, la aliteración puede efectuarse no con un solo fonema repetido varias veces, sino merced a la combinación de varios fonemas diferentes que también se repiten en proporción relevante cada uno de ellos.
En este caso, normalmente, dichos fonemas tendrán en común la capacidad de sugerir, en el contexto de cada texto concreto, una misma sensación y, formalmente, rasgos fonéticos similares (v.gr; combinaciones de líquidas – s, l, r – para sugerir suavidad, ligereza, delicadeza…). En un ejemplo como este:

“...En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes...”
(Miguel Hernández)

podemos analizar aspectos como las que siguen:

  • —-EMES y ENES. Ambas son consonantes nasales (“retumban”).
  • —-PES, TES, BES y UVES (escribimos “V” y “B” pero se trata de un mismo fonema /b/) son oclusivas (el aire se suelta con violencia).
  • —- ERRE, vibrante múltiple, y CHE, palatal africado, son fonemas “fuertes” (dentro del sistema de la lengua esto les viene dado por ser relativamente “raros”; las consonantes se dividen en varios grupos con rasgos comunes; estas dos están relativamente “aisladas”).
  • —- Especial relevancia tienen aquí las sílabas trabadas: La vocal queda “atrapada’ entre consonantes y pierde protagonismo en beneficio de ellas (los sonidos consonánticos son más “fuertes”, más forzados; en la pronunciación de las vocales el aire sale libremente). Si la consonante final es nasal, “retumba” aún más (“tormenta”, “levanto”).
  • —También abundan los grupos biconsonánticos en frontera silábica: los sonidos consonánticos adquieren también así más relieve dentro del texto lo que contribuye a la “estridencia” del conjunto (las vocales son además un conjunto más armónico: son sólo cinco; el terreno de las consonantes es más amplio, más diverso y hay más lugar para los contrastes).
  • —Adviértase que sonidos como la ese o la erre, que poco antes (cfr. supra. los versos de Garcilaso) describíamos como capaces de sugerir, v.gr; “delicadeza” han sido subrayados también en este texto. Es decir, consideramos que también integran la aliteración que sugiere “violencia”. La ese de “estridencia” está en una frontera silábica formada por tres consonantes; la ere de “tormenta” es final de sílaba trabada y está junto a una nasal…Resultado: no actúan aquí como en el ejemplo de Garcilaso que vimos anteriormente en este curso. Se ha de tener en cuenta, por tanto, que, aunque los fonemas tienden a ser más aptos para unos usos que para otros, no se puede establecer una regla fija. El contexto se ha de tener muy en cuenta a la hora de la interpretación, pues será determinante para ver qué significaciones primarias y qué connotaciones están activas en el texto que analicemos, cuáles son relevantes para el contexto en el que aparecen.
    Esto debe entenderse también como que no es correcto acometer el comentario de cada recurso aisladamente, sin tener en cuenta el carácter orgánico del texto literario, el carácter unitario que le hemos atribuido, en el momento de hacer el comentario, al realizar el análisis del tema y de la estructura.

1.2.- Onomatopeya y aliteración.

Una definición de onomatopeya podría decir que se produce cuando con los sonidos de las palabras que se emplean se pretenden imitar sonidos reales. En la lengua habitual tenemos palabras como “maullido”, “croar” etc. He aquí un ejemplo del argentino Ezequiel Martínez Estrada (1895-1964) en el que las palabras emulan el sonido de la campana (también se produce rima en eco):

“Canta la campana aldeana
su diana. Paz matutina…”

Tal como vemos en este ejemplo, en numerosas ocasiones, esta imitación se lleva a cabo mediante expresiones en las que se repite algún sonido; es decir, con cierta frecuencia, el efecto imitativo u onomatopéyico se lleva a cabo mediante la aliteración.
Por esa razón, aunque la onomatopeya suele catalogarse como un recurso aparte, diferente de la aliteración, muchas veces es también un tipo de aliteración, siempre que se base en la repetición de sonidos para conseguir su propósito imitativo.

12 comentarios en «Tipos de aliteración: color vocálico y onomatopeya»

  1. Están muy buenas estos recursos y los ejemplos también… pero seria mas interesante que cuelguen mas recursos fónicos… ayudaría mucho para el entendimiento del lector..

  2. esta pagina esta superr me sirvio de muchoo 🙂 esta pagina me encanta nada que ver 😉
    si esta pagina no hago nadaa de mis trabajos por que me da mucha informacion

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