Comentario de un soneto de Quevedo

GÉNERO LITERARIO Y FORMA DE EXPRESIÓN Género literario Este soneto de Quevedo pertenece al género de la lírica, pues éste es el género de la expresión de los sentimientos, entre los cuales el más frecuentemente tratado en literatura es el amor, tal como ocurre en este poema. En cuanto composición lírica, predomina el intimismo, el … Leer más

Soneto III de Luis Carrillo y Sotomayor, Con qué ligeros pasos vas corriendo

Luis Carrillo y Sotomayor, Soneto III

¡Con qué ligeros pasos vas corriendo!
¡oh cómo te me ausentas, tiempo vano!
¡ay, de mi bien, y de mi ser tirano!
¿cómo tu altivo brazo voy siguiendo?

Detenerte pensé, pasaste huyendo, 5
te seguí, y ausentástete liviano,
te gasté a ti en buscarte, ¡oh, inhumano!
Mientras más te busqué, te fui perdiendo.

Ya conozco tu furia, ya humillado,
de tu guadaña pueblo los despojos; 10
¡oh, amargo desengaño no admitido!

Ciego viví, y al fin, desengañado,
hecho Argos de mi mal, con tristes ojos,
huir te veo, y véote perdido.

LOCALIZACIÓN
Luis Carrillo y Sotomayor es un soberbio poeta del Barroco…

Comentario del soneto de Góngora Mientras por competir con tu cabello

Soneto

Luis de Góngora y Argote

Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

LOZALIZACIÓN
Góngora es uno de las cumbres de la poesía universal.
MÉTRICA
este poema…

Comentario de Mandóme, ¡ay Fabio!, que la amase Flora

Francisco de Quevedeo, soneto CCXIII

Amor que, sin detenerse en el efecto sensitivo, pasa al intelectual

Mandóme, ¡ay Fabio!, que la amase Flora
y que no la quisiese; y mi cuidado,
obediente y confuso y mancillado,
sin desearla, su belleza adora.

Lo que el humano afecto siente y llora, 5
goza el entendimiento, amartelado
del espíritu eterno, encarcelado
en el claustro mortal que le atesora.

Amar es conocer virtud ardiente;
querer es voluntad interesada, 10
grosera y descortés caducamente.

El cuerpo es tierra, y lo será, y fue nada;
de Dios procede a eternidad la mente:
eterno amante soy de eterna amada.

LOCALIZACIÓN
Nació en Madrid, el…

En crespa tempestad del oro undoso

Francisco de Quevedo, soneto
Afectos varios de su corazón,
fluctuando en las ondas de los cabellos de Lisi

En crespa tempestad del oro undoso
nada golfos de luz ardiente y pura
mi corazón, sediento de hermosura,
si el cabello deslazas generoso.

5-Leandro en mar de fuego proceloso,
su amor ostenta, su vivir apura;
Ícaro en senda de oro mal segura
arde sus alas por morir glorioso.

Con pretensión de fénix, encencidas
10- sus esperanzas, que difuntas lloro,
intenta que su muerte engendre vidas.

Avaro y rico, y pobre en el tesoro,
el castigo y la hambre imita a Midas,
Tántalo en fugitiva fuente de oro.

I-ETAPA EXTERNA (Descripción externa del texto)

SITUACIÓN DEL TEXTO EN SU MARCO Y…