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Onomatopeya y color o armonía vocálica.
Ejercicios resueltos
CURSO DE RETÓRICA
Cuestionario (resuelto) de la Lección 2:
La aliteración (2ª parte), el color vocálico, la onomatopeya.
Primer ejercicio
Para empezar, observa los versos del poeta nicaragüense Rubén Darío que aparecen a continuación.
En ellos puede apreciarse más de un ejemplo del tipo de aliteración que llamamos armonía vocálica.
Así pues, léelos con atención y acto seguido intenta responder correctamente a las preguntas que te planteamos:
¡Claras horas de la mañana
en que mil clarines de oro
¡dicen la divina diana!
¡Salve al celeste Sol sonoro!
Segundo ejercicio
Darío trabajaba primorosamente los recursos fónicos en sus obras, puesto que consideraba la musicalidad un componente esencial de la poesía. Fue el mejor exponente del movimiento llamado Modernismo y su visión del mundo, lo que suele llamarse cosmovisión era en definitiva, la visión del mundo del Simbolismo, movimiento neorromántico que influye sobremanera en el Modernismo hispanoamericano.
Así pues, Rubén Darío consideraba que esa música del verso lo conectaba con la “música” del Universo, con la Armonía Cósmica, Espíritu Universal o Absoluto o Azul… (lo llamaban de mil formas); en definitiva, con el trasfondo espiritual del mundo material.
Podemos comprobarlo, de nuevo, en el siguiente ejemplo. En cada uno de estos versos vemos que Darío ha elaborado muy cuidadosamente su sonoridad y la aliteración consonántica y vocálica aparecen a cada instante, pero, ¿en cuál de estos versos dirías que está más marcado el uso combinado de la aliteración consonántica y la armonía vocálica?:
¡Amoroso pájaro que trinos exhala
bajo el ala a veces ocultando el pico;
que desdenes rudos lanza bajo el ala,
bajo el ala aleve del leve abanico!
Tercer ejercicio
Te preguntamos ahora por los conceptos teóricos que hemos acabado de estudiar sobre estos recursos fónicos. ¿Tienes clara la teoría? Veámoslo; responde correctamente a las preguntas que tienes a continuación: