Cómo se hace el análisis de la forma

Esta entrada es la parte 2 de 4 del curso Curso de Análisis de la forma

Curso de Análisis de la forma
Lección 1: Análisis estilístico o de la forma
(continuación).

Análisis de la forma a partir del tema.

Explicación unitaria.

Guiarse por un único principio explicativo. Apoyarse en el tema.

Realizar el análisis de la forma de un texto no consiste en “decir cualquier” cosa sobre cada recurso. Realmente, no es tampoco una caza de recursos, porque los recursos son, en realidad, simplemente, puntos de apoyo para reconocer la fisonomía de cada texto.
Los recursos nos ayudan en nuestra explicación de la forma del texto, pero la explicación de la forma del texto no es hacer una lista de los recursos literarios que aparecen en él, ni decir cualquier cosa de cada uno de esos recursos.
Realizar un comentario de un texto consiste en explicar su unidad y singularidad como acto de comunicación. Su intención comunicativa es su razón de ser. Ha sido organizado como un mensaje complejo pero unitario. Nuestra principal tarea en el comentario de textos es comprender la estructura y el sentido de esa organización.

Nuestra explicación, nuestro comentario de texto, también pretende ser un mensaje complejo pero unitario, coherente y cohesionado. Para conseguir ese objetivo en el apartado del análisis de la forma, deberemos tomar siempre como referencia para explicar cualquier aspecto un único principio explicativo.
Es decir, debemos haber hecho antes un buen análisis del contenido del texto para llegar a una comprensión adecuada de mismo y situarnos, de esta manera, en condiciones de afrontar con garantías el análisis de la forma.
Si en la fase de análisis del contenido hemos llegado a una conclusión clara sobre el tema del texto, éste debe ser precisamente el punto de arranque, la primera fuente de inspiración de todas nuestras explicaciones en el apartado del análisis de la forma.

El empleo por parte del autor  de un estilo u otro, la mayor o menor presencia de ciertos recursos, el significado de una metáfora, la capacidad expresiva de una aliteración, y, en definitiva, la pertinencia y el sentido último de cualquier recurso, tendrá su razón de ser, en última instancia, en el tema que aglutina la intención comunicativa de todo el texto.
Por tanto, ante cualquier recurso que debamos explicar, en primer lugar hemos de preguntarnos por la coherencia que guarda con el núcleo significativo que guía todo el texto, el tema.

Ejemplo

Sigamos un ejemplo. Supongamos que hemos determinado que un texto tiene como tema La nostalgia por la felicidad pérdida.
En ese caso, en el análisis de la forma, examinaremos, por ejemplo, si el abundante empleo de frases largas y lentas, se corresponde con un tema como ése. O si la aparición de una aliteración con consonantes nasales (m,n), con su lúgubre resonancia, está de acuerdo y potencia la expresión de ese mismo tema. O, si en el texto aparece la noche como metáfora o como símbolo, el tema nos dará la clave para interpretar correctamente ese recurso como una expresión de ese estado de ánimo de tristeza que domina el texto y no, por ejemplo, como un símbolo de la vida eterna o de la ignorancia o de miedo; cosa que podría ocurrir perfectamente en cualquier otro texto, pero no en uno cuyo sentido hayamos sintetizado en un tema como el que hemos postulado: La nostalgia por la felicidad pérdida.

Por tanto, nuestra explicación debe ser unitaria acompañando, en cierto sentido, el carácter unitario del texto que estamos comentando.
Para ello nos apoyaremos también en segundo lugar en el análisis que hemos realizado de la estructura del texto.

Siguiendo con nuestro ejemplo, en un apartado de ese hipotético texto, quizá el núcleo significativo pudiera ser La evocación de la felicidad pasada. En él podrían describirse anécdotas y momentos de la felicidad vivida en otra época. En esa parte del texto, entonces, podríamos encontrarnos, por ejemplo, una repentina aparición de de frases rápidas y nerviosas, cuyo ritmo vivo reproduce la intensa emoción de aquella época de plenitud y podría contrastar con el ritmo lento que dominaría la mayor parte de ese texto.
Por tanto, la síntesis del contenido del texto que representan en nuestro ejercicio de comentario el análisis del tema y el análisis del estructura, deben ser nuestro principal apoyo para intentar explicar las características de la forma.

Eso es lo que le dará un carácter unitario a nuestro apartado dedicado al análisis de la forma, sea cual sea el método que sigamos para desarrollarlo.
Si te guías a lo largo de todo el comentario por el mismo principio explicativo (tema/estructura), evitarás que tú ejercicio dé la sensación de que vas diciendo cualquier cosa, lo primero que se te ocurre de cada recurso, sólo por cubrir el expediente, evitarás que la explicación que des de un recurso sea incompatible con la del recurso de al lado…
En el análisis del contenido tienes que haber encontrado el centro del texto y todas las explicaciones que propongas (las de cada recurso) deben apuntar a ese centro.

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