La anadiplosis, definición y ejemplos

Definición y ejemplos de anadiplosis CURSO DE RETÓRICA. Los recursos fónicos. Lección 4: La anadiplosis. Definición del concepto Se produce cuando se repite la última parte de un verso (o de un grupo sintáctico y de sentido) al principio del siguiente verso (o cláusula sintáctica). Como ya hemos comentado en otro artículo, la inmensa mayoría … Leer más

Ejercicio resuelto, la redacción de un Tema

Ejercicio sobre la redacción del tema Vamos a practicar ahora cómo se hace la redacción completa de un tema en un comentario de texto. Normalmente, tras leer atentamente, primero determinamos lo que hemos llamado su palabra abstracta principal. En general, podemos simplificar diciendo que responde a la pregunta: ¿De qué habla el texto? Pues los … Leer más

Símbolo, hipérbole, personificación, metonimia y sinécdoque

CURSO DE RETÓRICA (3ª parte) Lección 3 Los recursos léxico-semánticos: Símbolo, hipérbole, personificación, metonimia y sinécdoque. 7.- SÍMBOLO. El símbolo es en esencia una metáfora, aunque se pueda discutir si en cierto sentido llega o no a trascenderla. El problema esta aquí en el término real. ¿Cuál es el término real de un símbolo?. Ya … Leer más

Comentario de: Yo sé que ver y oír a un triste enfada

Soneto 19, de El rayo que no cesa

Yo sé que ver y oír a un triste enfada
cuando se viene y va de la alegría
como un mar meridiano a una bahía,
a una región esquiva y desolada.

5-Lo que he sufrido y nada todo es nada
para lo que me queda todavía
que sufrir, el rigor de esta agonía
de andar de este cuchillo a aquella espada.

Me callaré, me apartaré si puedo
10-con mi constante pena, instante, plena,
a donde ni has de oírme ni he de verte.

Me voy, me voy, me voy, pero me quedo,
pero me voy, desierto y sin arena:
adiós, amor, adiós, hasta la…

Comentario de “Umbrío por la pena, casi bruno”

Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.

Sobre la pena duermo solo y uno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.

Cardos y penas llevo por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.

No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!

Miguel Hernández El rayo que no cesa

MÉTRICA

El poema es un soneto con las características propias del género, 14 versos agrupados en dos…